Entrevista con el ingeniero de aplicaciones de turbinas de vapor de EthosEnergy

Sam confiesa que empezó un poco tarde. No fue hasta los veintitantos años cuando encontró un rumbo real para su carrera. Tiene que agradecerle a su padre por animarlo a asistir a una entrevista en el Worcester College of Technology para una pasantía en un fabricante de equipos originales (OEM) de cajas de cambios de alta velocidad cuando era un adolescente.

Desde entonces no ha mirado atrás.

Fue el primer paso de una apasionante carrera en ingeniería mecánica que, 21 años después, ha visto a Sam trabajar alrededor del mundo en proyectos que involucran equipos rotativos:

“Decidí dedicarme a este campo y hacer un trabajo práctico, viajando por el mundo. El ochenta por ciento del tiempo estuve fuera de casa, literalmente en todo el mundo. Debo haber visitado todos los continentes y la mayoría de los países”.

Y fue después de cuatro años trabajando en el extranjero que Sam descubrió su verdadera pasión: las turbinas de vapor.

Se trasladó a otra empresa como ingeniero de equipos rotativos y se dedicó a aprender todo lo que pudiera sobre los equipos y los sistemas. Una vez más, trabajando en el campo:

“Definitivamente creo que necesitas ensuciarte las manos”.

Y cuando no está trabajando, puedes encontrarlo cocinando con fuego en sus muchas barbacoas, manteniéndose ocupado siendo un padre para su hija pequeña o renovando completamente su casa: el ingeniero en él planifica todo meticulosamente, hace un ensayo, piensa las cosas y aplica lo que ha aprendido:

“Lo único que no he hecho es el enlucido”.

Añadiendo conocimientos académicos al conocimiento práctico

Sam nunca ha sido alguien que se quede quieto, que se duerma en los laureles. Le gustan los desafíos. Y eso fue sin duda lo que se propuso cuando decidió cursar una licenciatura en ingeniería mecánica mientras trabajaba a tiempo completo en un proyecto en Dinamarca:

“Como trabajaba lejos, no había forma de que pudiera ir a una universidad construida con ladrillos. Así que me uní a la Open University. Completé el curso básicamente mientras viajaba por el mundo, lo cual fue inmensamente difícil. Pero fue bueno porque me aburro fácilmente si no estoy pensando en las cosas. Necesito mantener mi mente activa”.

Estudiar y trabajar a tiempo completo durante cuatro años sería suficiente para la mayoría de las personas. Pero Sam no. Cuando se graduó, se embarcó de inmediato en su siguiente desafío: un máster en ingeniería mecánica.

Como parte de sus estudios, Sam examinó cómo ha evolucionado el mercado de turbinas de vapor y por qué dos tecnologías separadas tenían diferentes puntos fuertes en varias ubicaciones geográficas en todo el mundo: las que utilizan tecnología de reacción y las que utilizan impulso.

Tecnología. En los mercados modernos, esas líneas que antes estaban bien definidas se han desdibujado y se han fusionado para crear nuevos desafíos para todos nosotros.

Todos los detalles, por dentro y por fuera.

Sam cree firmemente en el valor de una comprensión completa de un sistema:

“Para ser un experto en un producto, hay que entenderlo todo: el entorno en el que se encuentra, el motivo por el que está ahí, todo”.

Aprendió mucho de su antiguo director de ingeniería:

“Era muy competente en todos los aspectos que rodean a la turbina de vapor: los sistemas de aceite, los sistemas de control, todos los componentes individuales en la periferia y dentro de una instalación de turbina. Me transmitió mucho de eso y me dio mucha responsabilidad. Y eso contribuyó a mi comprensión del producto en su conjunto”.

La oportunidad llama a la puerta

Cuando comenzó su maestría, Sam había pasado a desempeñar un puesto de ingeniería en una oficina. Sin embargo, a mitad de la carrera, tuvo la oportunidad de trabajar en un proyecto emocionante pero desafiante:

“Habíamos instalado dos turbinas nuevas en dos centrales eléctricas distintas en Pakistán. Fui allí para ponerlas en funcionamiento y entregarlas al cliente”.

Fue un momento de orgullo para él. Otros llegaron cuando Sam desempeñó funciones de liderazgo en la construcción de varias plantas de energía en el Reino Unido y cuando se convirtió en ingeniero colegiado en la Institution of Mechanical Engineers y, finalmente, se convirtió en padre de su hija.

A estas alturas, Sam ya se había convertido en un actor clave para su empleador:

“Yo era un poco solucionador de problemas dentro de la empresa, porque había hecho mucho trabajo práctico. Así que entendí por experiencia propia cómo funcionan estas cosas y los problemas a los que uno se enfrenta. Y también tenía el respaldo académico para ello”.

A medida que su jefe se acercaba a la jubilación, Sam fue asumiendo gradualmente sus responsabilidades. Pero en 2021, EthosEnergy se puso en contacto con él. Para alguien que siempre busca desafiarse a sí mismo, la oportunidad de unirse al negocio de turbinas de vapor de EthosEnergy como gerente de operaciones técnicas era demasiado buena para rechazarla.

La plataforma perfecta para un solucionador de problemas.

¿Qué fue lo que a Sam le resultó tan atractivo de EthosEnergy?

“El hecho de que operan en todo el mundo me permitiría acceder a mercados globales con una base de clientes diversa donde podría ayudarlos a desarrollar soluciones. Son una marca de gran alcance. Las posibilidades son casi infinitas. No descartamos nada en términos de capacidades. No hay mucho que no podamos hacer”.

¿Y qué, en opinión de Sam, diferencia a EthosEnergy de sus competidores?

“Nuestra capacidad para encontrar una solución incluso para los escenarios más insólitos es nuestra profunda experiencia en ingeniería. Dentro de nuestra base de ingenieros, siempre habrá alguien que pueda ayudar en una situación complicada y proponer una solución que haga que su equipo vuelva a funcionar”.