¿Es el hidrógeno la solución milagrosa para la reducción de emisiones?

Para muchos, la respuesta es el hidrógeno. Con sus credenciales ecológicas casi indiscutibles a estas alturas y con aplicaciones que abarcan desde la producción de energía hasta el transporte, además de la capacidad de producirlo de manera ecológica, el hidrógeno parece una opción obvia.

El hidrógeno se presenta en diferentes formas: azul, gris, rosa y verde. El hidrógeno azul se produce a partir de gas natural mediante la reformación de metano con vapor, el hidrógeno gris es un proceso similar al azul, pero no captura el CO2. El hidrógeno rosa se produce mediante electrólisis a partir de energía nuclear, mientras que el hidrógeno verde también se produce mediante electrólisis, pero a partir de energía renovable, lo que lo convierte en el método de producción más ecológico.

Para que el hidrógeno sea viable se necesitan inversiones, colaboración y compromiso. Pero no es tan sencillo: ¿de dónde obtenemos cada una de estas cosas y cómo involucramos a las instituciones adecuadas para que esto suceda?

Faltan solo ocho años para alcanzar 2030, por lo que es necesario un esfuerzo concertado no solo en términos del valor de la inversión, sino también de dónde provendrá. No alcanzaremos estos objetivos si no trabajamos en colaboración con la industria, el mundo académico y las instituciones gubernamentales. Es fundamental que se trate de un enfoque interpartidario si queremos lograr una energía alternativa que no solo sea sostenible sino también fiable. Según McKinsey & Company, el hidrógeno es uno de los cinco grupos de tecnología que podrían atraer 2 billones de dólares de capital al año para 2025 y reducir las emisiones de CO2 hasta en un 40% para 2050.

Hydrogen Europe, que se ha comprometido a impulsar la neutralidad de carbono, afirma que no podemos lograr esta neutralidad sin hidrógeno. En la COP26 se debatió en profundidad sobre el hidrógeno como una solución clave para cumplir con los objetivos críticos. La UE publicó su Marco para la descarbonización de los mercados del gas, centrándose en un cambio del gas natural fósil a gases renovables y con bajas emisiones de carbono, incluido el hidrógeno. Este marco se vincula a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% para 2030 en comparación con los niveles de 1990.

¿Por qué se alaba al hidrógeno como el héroe de la reducción de las emisiones de carbono? La seguridad energética, la estabilidad de la red y el aumento de los costes energéticos son un problema a escala mundial; en Europa, el coste de la energía ha aumentado más del 450 % en un año (Dutch Title Transfer Facility). En el futuro, el hidrógeno puede proporcionar una opción de producción de bajo coste, disponible en todas partes y adecuada para satisfacer las necesidades de estabilidad de la red y la demanda de los clientes, que presionan al sistema para que proporcione energía las 24 horas del día, los 7 días de la semana, los 365 días del año a todos los hogares que la necesiten.

Según Reuters, solo una quinta parte de la energía mundial proviene de la electricidad, mientras que el resto depende en gran medida del carbón, el petróleo y el gas. Si realmente queremos pasar al hidrógeno como una opción viable a escala masiva a nivel mundial, necesitamos un sistema energético que pueda adaptarse a esto. Necesitamos una infraestructura para producir, almacenar y transportar que permita al usuario final experimentar un cambio sin fisuras. El hidrógeno cambia fundamentalmente la forma en que producimos energía y cómo hacemos llegar esa energía a las máquinas que la necesitan. La belleza del hidrógeno es que podemos mezclarlo con gas natural y hacerlo funcionar a través de la infraestructura existente con algunas modificaciones, esto es algo que podemos hacer hoy y, en última instancia, es el núcleo de la agenda del hidrógeno, es una solución que podemos implementar hoy. Sin mencionar el ahorro adicional de CO2 que podemos lograr reutilizando los activos existentes, lo que nos permite ahorrar en fabricación y reciclaje.

Avanzar hacia la neutralidad de carbono es una evolución que todos debemos emprender y, con el hidrógeno a la cabeza, parece cada vez más posible.

Como afirma Jorgo Chatzimarkakis, director ejecutivo de Hydrogen Europe: “La edad de oro del hidrógeno comienza hoy”.

Escrito por Fabrizio Fabbri (Vicepresidente Ejecutivo, Hemisferio Este) y Jennifer Gibson (Directora de Marketing, Hemisferio Este)