Nuestro futuro del hidrógeno: descarbonizar sin desindustrializar

“No tengo tiempo para ver Netflix, pero vivo Netflix todos los días”.

Probablemente no es algo que uno esperaría escuchar en una conferencia de líderes de la industria, académicos y representantes de gobiernos regionales. Pero así fue como Jorgo Chatzimarkakis, director ejecutivo de Hydrogen Europe, inició su presentación en la segunda mesa redonda anual Our Hydrogen Future organizada por EthosEnergy en junio.

En este artículo, puedes leer un fragmento de la charla de Jorgo y descubrir por qué está tan entusiasmado con lo que está sucediendo con la transición energética y el viaje hacia una economía del hidrógeno.

Pero primero…

¿Quién es Hydrogen Europe?

Hydrogen Europe es una de las principales organizaciones que representa a las empresas y partes interesadas con sede en Europa comprometidas con el avance hacia una economía (circular) neutra en carbono. Entre sus miembros se incluyen más de 350 empresas de hidrógeno, 20 regiones de la UE y 30 asociaciones nacionales.

EthosEnergy es miembro y nuestro vicepresidente de ingeniería, Massimo Valsania, fue nombrado recientemente copresidente del grupo de trabajo de habilidades de Hydrogen Europe.

Del interés de nicho al entusiasmo al nivel de Netflix

Hace dos años, la energía del hidrógeno era un tema de nicho, de interés para los entusiastas, pero fuera de esos círculos no se consideraba particularmente importante.

Luego, con la pandemia de Covid-19 y la caída del precio de las renovables, el hidrógeno vivió su primer boom.

Descarbonizar sin la amenaza de la desindustrialización

En muchos sentidos, la pandemia fue un shock sin precedentes. Llevó a los responsables de las políticas, en particular en Bruselas, a pensar en una tecnología que ayude a descarbonizar sin necesidad de desindustrializar.

La gente empezó a ver al hidrógeno como uno de los componentes centrales de la transición energética, aunque todavía no una parte importante.

Eso cambió con la invasión rusa de Ucrania. Ahora el hidrógeno ocupa un lugar central, junto a la electricidad.

¿Pero qué pasa con el futuro?

Impulsando la economía del hidrógeno

Existen numerosos desafíos –o, como dijo Jorgo, “cuellos de botella”– para la transición energética y la aceleración de la economía del hidrógeno, pero esos desafíos también encierran oportunidades.

Dotar a las personas de las habilidades necesarias es un tema de suma importancia que se está debatiendo en toda Europa. De hecho, fue el tema de un debate anterior en la mesa redonda Nuestro futuro del hidrógeno de este año.

Otro “cuello de botella” son las materias primas críticas.

¿Ha notado que el precio del cobre se ha disparado? En parte, esto se debe a la guerra en Ucrania, pero también a la creciente demanda de cobre para su uso en infraestructuras eléctricas.

No podemos vivir sin electricidad, por lo que debemos encontrar formas en las que la tecnología del hidrógeno y la electricidad puedan complementarse entre sí en materia de infraestructura. Lograr un equilibrio funcional entre ambas tecnologías ayudará a que la energía sostenible sea más asequible.

¿Cuanto más barato?

Aquí es donde las cosas se ponen interesantes. Las tecnologías de hidrógeno requieren tan sólo 20 veces menos materia prima crítica.

Oportunidades para regiones activas

Las materias primas críticas de la tecnología del hidrógeno son principalmente el platino y otros metales del grupo del platino.

El platino, que procede en gran parte de Sudáfrica, también se utiliza en catalizadores, especialmente en los coches diésel. En el marco de su compromiso con la descarbonización, el Parlamento Europeo ha votado recientemente a favor de prohibir la venta de coches con motor de combustión interna a partir de 2035.

Hydrogen Europe ve un gran potencial en regiones como Piamonte, Italia, con su abundancia de habilidades en el sector automotriz, para reciclar estos catalizadores y transferir el platino a electrolizadores o celdas de combustible en otros vehículos.

Y existen oportunidades para que otras regiones desempeñen un papel activo, invirtiendo en el reciclaje de catalizadores y convirtiéndose en grandes vendedores de platino.

Tres desafíos concretos

1. Producción

REPowerEU es el plan de la Comisión Europea para ahorrar energía, producir energía limpia y diversificar los suministros energéticos de Europa.

La energía renovable del hidrógeno tiene un papel fundamental que desempeñar, pero, como reconoce Jorgo, va a suponer un reto.

REPowerEU necesita producir 20 millones de toneladas de hidrógeno para 2030. Para ponerlo en perspectiva, se necesitarán 300 GW de capacidad de electrolizadores. A nivel mundial, actualmente tenemos un máximo de solo 3 GW.

Por lo tanto, en ocho años debemos aumentar la producción de 3 a 300 GW, un factor de 100. Jorgo cree que eso no es imposible, pero revela el enorme desafío que tenemos por delante.

2. Transporte

También necesitamos encontrar nuevas formas de transportar el hidrógeno que se produce.

Una posibilidad apasionante es la perspectiva de llevar hidrógeno producido a bajo costo desde el norte de África al corazón de Europa a través de un gasoducto italiano.

En los últimos meses, los jefes de Estado argelino e italiano han supervisado una serie de acuerdos que refuerzan el suministro energético de Argelia a Italia. Entre ellos, las empresas energéticas Sonatrach y Eni acordaron estudiar nuevas oportunidades centradas en el hidrógeno verde.

3. Consumo

También tenemos que establecer quién va a consumir esos 20 millones de toneladas de hidrógeno.

La Comisión Europea ha fijado unos objetivos para 2030:

• El setenta y cinco por ciento del hidrógeno utilizado por la industria será hidrógeno verde, es decir, unos 6,8 millones de toneladas.
• El 5% de todos los combustibles de la Unión Europea se basarán en hidrógeno, lo que supone unos 7,5 millones de toneladas más.

Por lo tanto, tenemos que encontrar compradores para los cinco millones de toneladas restantes, aproximadamente, pero Jorgo confía en que lo haremos.

Resolviendo el dilema del huevo y la gallina

Producir hidrógeno y encontrar consumidores es un poco como la cuestión del huevo y la gallina, pero con objetivos claros de producción y uso estamos superando ese dilema.

Ahora estamos afinando las formas en que se produce el hidrógeno y cómo llega a los consumidores.

Sea parte de nuestro futuro del hidrógeno

Al escuchar a Jorgo hablar, queda claro lo estimulante que le resulta el desafío de emprender el camino hacia una economía basada en el hidrógeno y lo inspirado que está por los avances que se están logrando en toda Europa.

Gobiernos, universidades y empresas de hidrógeno: todos tenemos nuestro papel que desempeñar.

Entonces ¿por qué no unirse a la discusión?